Dixon González, un expatrullero de la Policía de Atlántico, fue la persona afectada junto con su familia, por los hechos ocurrieron el pasado fin de semana cuando unos policías llegaron a apagar un picó que él tenía prendido por ocasión del cumpleaños de su papá, pensionado de la Institución Armada.

Los hechos ocurrieron el barrio San Luis. En una primera versión, señalada por la Policía, se indicó que los uniformados llegaron apagar el picó y estos fueron agredidos a puños por los dueños del enorme equipo de sonido.  Sin embargo, Dixon accedió a hablar para contar su versión.   

“Mi papá estaba de cumpleaños y procedimos a poner una música. Mi papá ni siquiera estaba borracho ni estábamos tomando. Mi papá acababa de llegar de su trabajo y procedimos a prender el picó, que desde el Carnaval no se prendía. Llegó  la Policía y requirieron a mi papá para que le bajara el volumen al equipo. Llegó el patrullero Yánez, excompañero mío, porque ya yo no estoy en la Institución y de buena manera me dice: Curso, amablemente bájale un poco el volumen y yo le dije que todo bien, que no había problema”, indicó Dixon. 

Sin embargo, la situación empezó a tornarse hostil cuando llegaron más policías al lugar. 

“Después llegó el subteniente Barrozo con seis patrullas más y vemos poco a poco que todo es una persecución a raíz de lo que viene sucediendo en la Institución. Este señor subteniente en mi cara me dijo que dónde me viera el picó me lo apagaba cuántas veces le diera la gana porque esa era la orden que tenía de sus superiores. No me dice explícitamente quién lo mandó, pero sí sé que viene por el caso de la clínica”, precisó Dixon. 

Entonces, según relató el expatrullero, fue cuando empezaron las malas palabras del subteniente que atendía el caso. 

“Acordamos que se la iba a bajar el volumen, pero igual mi papá estaba cumpliendo años y lo acababa de prender. El picó no llevaba más de media hora prendido. Este subteniente ha dicho que venía el teniente Fandiño y con él era a otro precio y nos dijo que recogiéramos esa mier.. y que lo guardáramos. Yo le dije que por qué hablaba así y me respondió que lo recogiera, que siempre era el mismo problema y yo le dije que cúal siempre y fue cuando me fui para la casa”, relató. 

Al final fue cuando hubo las agresiones físicas. 

“Después llegó el teniente Fandiño y le dice a mi papá que le entregara la cédula, mi papá le dijo que no tenía la cédula encima porque estaba enfrente de su casa y que iba un momento a buscarla. Cuando mi papá se viene hacia la casa, ese señor se le abalanza en el cuello. Los patrulleros no hacen nada, pero cuando yo me meto a defender a mi papá  es cuando los patrulleros agreden a mi papá y a mí me parten la cabeza con sutura de ocho puntos, golpes contundentes, a mi hermana la golpearon y a mi esposa se le perdió el celular”, puntualizó.

El expatrullero aseguró que hubo un mal proceder de los uniformados porque ni siquiera lo capturaron porque sabían que no habían hecho un buen procedimiento.

El exuniformado denunció también que fue a la Sijin a colocar la denuncia de lo ocurrido, pero allí no se la aceptaron y por eso le tocó irse a la URI de la Fiscalía a interponerla en esta dependencia. 

Dixon González fue retirado de la Institución Armada tras una denuncia que instauró porque un capitán, dentro de las instalaciones de la Clínica de la Policía, lo esposó porque se molestó ya que supuestamente el expatrullero no lo saludó. 

El hecho ocurrió en enero del 2018. El exuniformado fue capturado por supuesta falta de respeto a un superior, pero fue dejado en libertad poco después para reincorporarse a la Policía de Atlántico. Sin embargo, fue retirado tras llevar su proceso hasta Bogotá tras considerar injusta su detención dentro de la clínica.